Galletas de la fortuna

 Galletas de la fortuna: ¿accidente cultural o misterio sin resolver?

Hoy en día, todo el mundo conoce las galletas de la fortuna. Cuando vas a un restaurante chino en Estados Unidos, al finalizar la comida, los camareros siempre te ofrecen una galletita de la fortuna como postre. Cada vez más, esta costumbre se está popularizando en otros lugares de Occidente donde hay restaurantes chinos. Pero..., ¿cuál es su verdadero origen? ¿realmente poseen una larga tradicción milenaria o son un invento actual?

Siempre se ha pensado que las galletas de la fortuna pertenecían a la cultura china y que eran un invento milenario. Sin embargo, su origen es discutible y de hecho hay diversas teorías sobre él. 

¿Qué pensarías si descubrieses que realmente las galletitas de la fortuna no pertenecen a China y no son tan milenarias como nos han hecho creer? 

Según he leído en diversos portales de internet, las galletas de la fortuna parece que no proceden de este país oriental. Sin embargo, hay diversas teorías sobre ello.

Algunas teorías sobre su origen son: 

Galletas de la fortuna, ¿un invento nipón?

Por mucho que cueste creerlo, parece ser que las galletas de la fortuna son un invento del gigante japonés. En 1909, un inmigrante japonés residente en los Estados Unidos llamado Makoto Hagiwara, comenzó a servir en su tetería de San Francisco  como acompañamiento del té unas crujientes galletas que en su interior escondían mensajes de papel. Estos mensajes en realidad eran en su mayoría antiguos proverbios japoneses y predicciones. 

Hagiwara se había inspirado en los senbei (típicas galletas japonesas hechas de pasta de arroz) para realizar estas galletitas. Con el boom del té, estas galletitas se hicieron famosas y se fueron importando a otros lugares del mundo. 

No obstante, no fue hasta 1989 cuando un comerciante de Hong Kong comenzó a venderlas en su tienda de artículos de delicatesen a los turistas extranjeros que viajaban allí. Los turistas que las compraban pensaban que eran galletas típicas chinas. A partir de ahí, las galletas de la fortuna, se fueron popularizando en toda China, convirtiéndose en uno de los productos más populares y conocidos del mundo. La aparición de restaurantes chinos en todo el mundo ha ayudado a la asimilación de este tipo de galletas con la cultura china, pues es típico que en restaurantes chinos, especialmente en los que se encuentran en los EEUU, se ofrezcan este tipo de galletas. 

¿David Jung, el inventor de las galletas?

Otra de las distintas teorías acerca del origen de estas pecualiares galletas se basa en la hipótesis de que realmente sí fue un ciudadano chino el que las creó. Según esta hipótesis, David Jung, un ciudadano chino residente en Los Ángeles y fundador de una famosa compañía de fideos, creó estas galletas en 1918. La leyenda dice que David Jung estaba tan apenado por todos los pobres que merodeaban por alrededor de su tienda de fideos, que un día decidió crear estas galletas para entregárselas gratis a los pobres. Cada galleta en su interior tenía un mensaje de inspiración, para dar ánimos y esperanza a estas personas. 

Las galletas de la fortuna y la dinastía Ming

Otra tercera hipótesis cuenta que en la antigüedad, los soldados chinos, al querer invadir a los mongoles, las usaban para escribir mensajes con instrucciones específicas y esconderlas dentro de tartas de pasta de semillas de loto. Esto ayudó al levantamiento de los chinos contra los mongoles y el inicio de la Dinastía Ming.

Como se puede comprobar existen muchas teorías sobre el origen de estas galletas, pero hoy en día, su origen todavía continúa siendo un misterio. Quizás en el futuro, podamos saber quiénes fueron sus creadores y cuál fue el verdadero motivo de su invención, pero desgraciadamente hasta ahora no tenemos certeza de ello.

Elaboración y preparación de las galletas 

La elaboración de las galletas es algo bastante sencillo y para realizarlas tan solo se necesitan:

•  125 gr. harina
  
•  40 gr. azúcar negra
  
•  1/4 cucharadita anís molido 
  
•  2 clavos de olor molidos
  
•  Sal
  
•  1 huevo
  
•  1 cucharada aceite
  
•  Aceite para freír
  

Para preparlas, tenemos que mezclar la harina con la azúcar, el clavo de olor, el anís y la sal. Mientras estamos mezclando esto, añadimos poco a poco el aceite y el huevo. Mezclamos bien hasta que quede una mezcla compacta y homogénea. Después, ponemos la masa encima de una tabla o una mesa cuya superficie esté limpia y pasamos delicadamente un rodillo sobre la masa, de modo que quede estirada y fina. Después, con un cuchillo cortamos la masa en cuadraditos del mismo tamaño y grosor e introducimos un papelito con una frase dentro de ellos. Una vez hecho esto, le damos forma de galleta a nuestra masa presionando las puntas, con cuidado de que no se salga el papel, y freímos las galletas de la suerte en una sartén hasta que estén doradas. 

A modo de curiosidad, es importante señalar que hay muchos aficcionados a este tipo de galletas, habiendo incluso gente que colecciona los diferentes mensajes que estas galletas les han proporcionado. También hay quien asegura que ha ganado la lotería jugando a los números que las galletas les han dicho. 

Para finalizar esta entrada, me gustaría señalar que a mi juicio, las galletas de la fortuna cuyo origen nos fascina y está lleno de incertidumbre, son un alimento curioso y divertido. Creo que como todo en esta vida, su desconocido origen las vuelve tan llamativas y apetecibles. Cuando algo es ajeno a nuestro conocimiento, nos llama la atención y nos intriga. Eso mismo sucede con las galletas, que al no conocer su verdadero significado y su origen, se vuelven fascinantes para nosotros. Quizás en el futuro, como ya dije antes, conozcamos realmente su origen. Quizás, realmente fuese un japonés el que las crease, o quizás fuese una persona completamente ajena a todas estas teorías. Esperemos que en el futuro, podamos conocer todo esto con mucha más precisión. 

Espero que este post os haya ayudado a conocer un poco mejor las galletitas de la fortuna, y a saber un poco más sobre las curiosidades y misterios que encierra la cultura china. 

Cristina L.